Tocó el momento de volver a hacer las maletas, pero esta vez para regresar a España. Ninguno de los alumnos ha tenido sobrepeso en el equipaje, pero sí en sus corazones. Vienen llenas tras haber vivido una experiencia en la que los buenos recuerdos los van a acompañar durante mucho tiempo. Antes de coger el vuelo, han podido realizar la exposición de los murales que realizaron el día anterior y tras el almuerzo, se les han entregado los certificados de participación. Una vez en el avión, los sentimientos eran encontrados eran latentes, ya que por un lado no querían que la experiencia finalizara y, por otro, las ganas de contar a sus padres sus vivencias eran muy fuertes. Esta movilidad se puede resumir con la palabra aprendizaje. Un aprendizaje lingüístico, vital y humano.

Uno de los datos que nuestros alumnos no sabían era que Julio Verne vivió gran parte de su vida en Amiens, por ese motivo numerosos puntos de interés están dedicados a él: una estatua, la casa en la que vivió, un circo… y todos esos lugares los han visitado. Después de que se empararan de la vida del escritor, se pudo disfrutar de un último paseo por la ciudad. Tras almorzar en uno de los parques que rodean la catedral de Amiens, fueron al Musée de Picardie en donde nuestros chicos acompañados de sus intercambios tuvieron que imitar las posturas de las estatuas que vieron y sacarse fotografías para realizar unos murales al día siguientes. Este jueves 10 de marzo ha sido otro gran día.

A las ocho de la mañana un autobús de dos plantas cargado de ilusiones se ponía en marcha en dirección a París. Una vez allí, la grandeza de sus avenidas iluminó los ojos de los alumnos, que casi desbordan emoción al ver la Torre Eiffel. Tras visitar el emblemático monumento, han visitado el Arco del Triunfo al que han subido y disfrutar de las vistas de la zona. Una vez finalizada la visita, sus pasos se han dirigido hasta el Museo del Louvre donde han podido fotografiarse con la famosa pirámide de cristal de fondo. Ha sido un día intenso, pero productivo. ¡Cómo les ha gustado la ciudad del amor!

Los datos que recopilaron ayer sobre Amiens los han podido ver y comprobar los alumnos en una yincana en la catedral gótica de la ciudad. En grupos han tenido que ir superando pruebas mientras hacían fotografías de las distintas partes del monumento. Después, han visitado un barrio en el que el arte urbano decora la mayoría de las fachadas de los edificios. Tras almorzar en un parque, han podido recorrer la calle comercial y, de esta manera, comprar regalos para sus familias.

El trabajo no está reñido con la diversión y hoy es la prueba de ello. Todos los alumnos participantes en el proyecto han sido divididos en grupos y han trabajado en un padlet sobre la ciudad de Amiens y Julio Verne. Además, han recibido clase de lengua extranjera con sus intercambios. Pero para poder hacer todo esto, se necesitaba energía, por eso, el director del colegio William Henri Classen ha recibido a los alumnos con un típico desayuno francés.