¿Qué decimos a las familias cuando las conozcamos? ¿Nos perderán la maleta? ¿El avión se retrasará? Estas son algunas de las preguntas que más formulaban los alumnos participantes en la movilidad. A pesar de la intensidad de cuestiones, acompañadas de nervios y expectación, no tuvieron la suficiente fuerza para vencer a la ilusión que se podía respirar en el aeropuerto, el avión y, sobre todo, en el momento de conocer a sus intercambios franceses. Tras un largo día, nuestros alumnos pudieron presentarse a sus familias y pasar las primeras horas de su experiencia francesa con ellos.