La naturaleza a veces nos sorprende con desafíos inesperados. Esta semana, nos enfrentamos a la tarea de eliminar un ciruelo que se había partido en nuestro huerto escolar debido a un fuerte temporal. Aunque fue una tarea complicada, se convirtió en una valiosa lección sobre seguridad y responsabilidad para nuestros alumnos.
El primer paso fue evaluar la situación del ciruelo. Junto con los estudiantes, observamos el árbol partido y determinamos el alcance del daño causado por el temporal. Fue importante identificar si el árbol representaba algún peligro inmediato para la seguridad de los estudiantes y del huerto.
Para garantizar la seguridad, planificamos cuidadosamente la eliminación del ciruelo. Contamos con la ayuda de Juan Antonio, nuestro encargado de mantenimiento, que nos proporcionó las herramientas necesarias.
Equipados con guantes, y herramientas adecuadas, los alumnos de Cultura Científica comenzaron la tarea de eliminar el ciruelo. Utilizamos sierras y hachas para cortar las ramas más pequeñas y luego procedimos con el tronco principal. Los estudiantes observaron cómo se usaban estas herramientas con cuidado y precisión, entendiendo la importancia de cada paso.
La labor más dura fueron las raíces, ya que tenían una gran profundidad.
Finalmente, limpiamos el área donde estaba el ciruelo. Aseguramos que no quedaran restos que pudieran causar accidentes y preparamos el terreno para nuevas plantaciones. Ahora, estamos listos para continuar con nuestras actividades de siembra y cuidado del huerto.
Las alumnas posan orgullosas de su trabajo para la foto.