Señales

Ayer domingo hemos celebrado la fiesta de la Ascensión. Va acabando el tiempo de Pascua, y el Evangelio y los Hechos nos narran cómo, después de varios días (semanas en nuestro clendario) de apariciones y mensajes sorprendentes para los discípulos, Jesús termina desapareciendo de su vista. Los testigos dicen que subió al cielo, que ascendió.

«Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?» (Hechos 1, 1-11)

«A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.» (Mc 16, 15-20)

Creemos que hay dos cosas que nos pueden resultar interesantes para caminar…

La primera, esta frase tan contundente de esos misteriosos enviados: «¿Qué hacéis plantados ahí mirando al cielo?» Anda que no nos quedamos veces mirando al cielo. El cielo puede ser cualquier cosa a la que apuntamos con el dedo y nos despista de lo verdaderemente importante. Unas veces será lo que ha dicho tal o cual político, otras veces será el último reto viral en tik-tok, o la última skin del Fortnite… Da igual, porque a cada uno nos despistan cosas distintas. Mientras nos plantamos mirando esto, el mundo sigue caminando alrededor. Y a lo mejor necesitaba de nosotros y nos lo perdimos.

La segunda cosa interesante: dice Jesús que habrá señales, que a los que le crean les acompañarán signos. Esto no se trata de ir por el mundo, en plan Harry Potter, varita en mano haciendo magia…

«Echar demonios» es más cuestión de estar del lado del bien, de no dejar hueco al mal en lo que hacemos, decimos, pensamos… y de ser valientes para frenar el de los otros.

Las «lenguas nuevas» no se tratan de un formidable manejo del inglés y el francés para asombro de los que se nos pongan por delante… es que seremos capaces de hablar de lo importante sin vergüenza. A veces, también de las cosas en las que creemos.

Esto del veneno que no nos hace daño es porque, en ocasiones, dirán mal de nosotros, o irán contra nosotros; pero estaremos convencidos de estar del «lado luminoso de la fuerza».

Y queda curar. Hay mucha gente que nos necesita, que nos espera, que sufre, que se siente sola o a la que tratamos mal. Toca curar, aunque cueste.

Hoy, 17 de mayo, es el Día Mundial de Internet y de las Comunicaciones. Estas señales son una buena forma de inaugurar el blog de Pastoral…

Las señales están de nuestra mano. A por ellas.