CUADERNO DE BITÁCORA – DÍA 4 (ESLOVAQUIA) SON COMO EL AIRE…

Hoy se avecinaba un día muy largo (lo decía el horóscopo, o más concretamente, Vasco, el profesor de Música de los portugueses).
Después de nuestro amado desayuno completo, hemos salido andando hacia el Colegio (el día estaba fresco, 2ºC), y allí nos hemos repartido por grupos para realizar el taller de esta movilidad, una representación en 2D y 3D del Santo Roble que conocimos ayer.

Después de eso, un rato de baile en el patio, con un dulce preparado por las madres del Colegio, y los alumnos les han enseñado el espacio de bosque en el que está la escuela (con panal de abejas incluido).

A las doce estábamos comiendo: al plato lo llaman “Dukat” (o eso entendimos), una especie de natillas de maizena con trozos de pan que llenan mucho. Es la primera vez que todos los del grupo comíamos como plato principal algo dulce…
De allí, al Ayuntamiento, a celebrar el 55º Aniversario del Colegio. Autoridades, antiguos profesores y alumnos, y los erasmus presentes, que nos hemos unido a la fiesta con Las Panaderas y la Jota de Boñar.
Después, al fin, la tarde con las familias de nuestros “pares” eslovacos, que nos han tratado con especial cariño: hemos visitado casas grandes, granjas, una bolera, una actividad de láser… a las 9 estábamos de nuevo en el Ayuntamiento, donde los profesores se habían quedado en la cena de aniversario con los demás invitados. Nos hemos unido a su baile y a una “recena” (si es que, siendo a las 22.00, puede llamarse así), hemos cantado y bailado (mucho), y la fiesta se ha alargado hasta medianoche, que es cuando el bus nos ha traído de nuevo a nuestra casa en Kaluža.

La ducha hoy ha sido rápida, sin llamadas, y recontando los regalos de las familias…Y beso de buenas noches. Ya hay silencio en los dormitorios.

Hoy los profesores nos hemos emocionado en algunos momentos. El primero, con el canto de las Panaderas… silencio en el salón, y el golpeteo ensayado cien veces. Salamanca entraba en el Ayuntamiento de Rakovec.
El segundo, cuando un padre, solemnemente, ha pedido a uno de nosotros salir fuera para hablar… era para decirnos cosas buenas, muchas, de una de nosotros. Pero era aplicable a todos y cada uno de los nueve.
El tercero, cuando han subido solos al escenario, motu proprio, para cantar y bailar a los presentes “soy como el aire, que revienta contra el mar…”

Al acabar la noche se despedían con abrazos. Resulta que ahora tenemos amigos al otro lado de Europa, que cantan lo que nosotros, y nosotros lo que bailan ellos. Nuestros niños crecen europeos, sin fronteras raras que dividen. Con bailes que unen.

Mañana vamos a un parque termal, y a conocer Michalovce. Pero eso ya es otra historia… #MADSproject #ErasmusPlus 🇪🇺💙🇪🇸🇵🇹🇨🇿🇸🇰