Volvimos a salir con el sol, a mirar el lago mientras nos espabilábamos… peinaditos (los que pueden), y vestidos adecuadamente, acostumbrados ya a al desayuno, salimos a las 8.00 al Colegio. En la carretera de entrada, cinco alumnos de secundaria, con las banderas de nuestros países y de la Unión, nos recibieron para escoltarnos hasta la entrada del Colegio. La subdirectora y dos niños con el traje típico nos ofrecieron pan y sal, una preciosa tradición de todos los países eslavos de acogida y bienvenida a una casa. Lo que son y lo que hacen ofrecido uno a uno…